Una nueva alternativa para los que sueñan con poseer vivienda propia se abre a pasos gigantes en Colombia, así como también en muchos países. Se trata de la construcción de casas prefabricadas que, desde hace 20 años, se ha constituido en un boom no solamente en nuestro país sino en el mundo entero.
Al respecto, Nicolás Echavarría, un joven ingeniero industrial bogotano, egresado de la Universidad Libre, residente actualmente en Estados Unidos, señala que “la creciente demanda de casas prefabricadas en el mundo viene acompañada de soluciones prácticas, con precios flexibles, a tal punto de encontrar la venta de estas en reconocidas empresas de comercio electrónico, quienes se encargan de hacer llegar los materiales necesarios para el ensamblaje”.
Colombia no ha sido la excepción a esta nueva alternativa de construcción de viviendas. “En 2023 el alza en el costo de los materiales y las altas tasas de interés, hicieron que el valor de la vivienda se aumentara, por lo que el mercado ha buscado otras alternativas, en las que sobresale el comprar un lote e instalar casas prefabricadas, tanto en zonas rurales como urbanas”, explicó Echavarría, quien actualmente realiza una maestría en Transporte y Logística Internacional en la Universidad de Nebrija, España.
Tiempo de construcción
En cuanto a tiempos, el ingeniero Nicolás Echavarría señala que “en la construcción tradicional se estima que una casa puede tardar entre 10 meses y un año, por su parte, una casa prefabricada oscila entre 20 días y un mes, sumado a que solo puede requerir dos o tres personas para el ensamblaje, teniendo en cuenta que todos los componentes o partes son producidos en un lugar diferente al de la instalación”.
Es enfático al manifestar que, por supuesto, este tipo de construcciones representan un desafío desde el punto de vista logístico, ya que se requiere mucha precisión en los diferentes puntos de conexión tanto en la cimentación como el anclaje, tubería de agua, conexiones eléctricas, entre otros aspectos.
“Así mismo, el transporte requiere un cuidado especial, ya que es necesario que todas las partes lleguen en óptimo estado para evitar daños estructurales en la edificación o en algunos de los elementos particulares que la componen”, subrayó.
“El valor de estas viviendas varía de acuerdo con el diseño deseado, sin embargo, por su rapidez en la elaboración y la composición de sus materiales, se estima que en Colombia una vivienda de este tipo puede costar en promedio 20 millones de pesos, lo que, sin lugar a duda, representa una alternativa viable para muchas personas que desean cumplir su sueño de vivienda propia pero que en ocasiones no cuentan con la totalidad de recursos para hacerlo, destacó Echavarría”.
Es innegable que los desarrollos tecnológicos en la industria han llevado a los diferentes mercados a innovar y realizar cambios en aspectos tradicionales de todo ámbito, en este caso, en la construcción, no obstante, es importante tener en cuenta que se debe constatar la resistencia contra diferentes situaciones climatológicas para llevar a cabo un proyecto de este tipo.
“Otro aspecto que vale la pena destacar es que por el tema del turismo ecológico y preservación de la naturaleza, las casas prefabricadas han tenido un auge en Colombia. La calidad de los materiales debe ser buena y acordes con el clima. En nuestro país se ha constituido en una buena opción para quienes deseen tener su vivienda”, precisó el ingeniero industrial en diálogo con este medio.
Las zonas de Colombia en donde más ha tenido auge esta modalidad de vivienda son, en primer lugar, Antioquia, el eje cafetero, Cundinamarca, Boyacá y por supuesto la Región Caribe. A nivel mundial, la comercialización de estas casas está en manos de empresas chinas, y están muy de moda en Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Polonia, Bulgaria, entre otros países europeos.