Los primeros hallazgos de la intervención a la Nueva EPS empiezan a ser notorios. El ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, afirmó que la Empresa Promotora de Salud adeuda más de $5.5 billones de pesos al tiempo que cuestionó su administración.
Jaramillo en rueda de prensa aseguró que durante el año 2022 la EPS no presentó pérdidas. Para 2023 ya empezaban las primeras “pero pequeñas, no fueron muy grandes”, ahora la deuda ha crecido.
“Lo que más nos interesa a nosotros es saber en realidad lo que está pasando en esta EPS, que antes que nosotros la interviniéramos estaba supuestamente muy bien administradas y que estaba al día en sus pagos”, cuestionó el funcionario.
Y continuó con su crítica: “(Nueva EPS supuestamente) todo lo tenía controlado y que estaba prestando un magnífico servicio cuando lo que estamos encontrando es algo totalmente diferente”.
Todo esto ha sido hallado durante la intervención de la Superintendencia de Salud que se dio a principios de abril pasado argumentando riesgos financieros tal como se hizo con Sanitas.
Sobre la existencia de las EPS, el ministro de Salud indicó que estas se mantendrán de llegarse a aprobar la reforma a la salud que cursa su trámite en el Congreso de la República y que solo se “transformarán”.
“Se mantendrán las EPS mientras llega la reforma, y las necesitamos para que se logre la transformación que necesitamos, y una vez que no sean aseguradoras financieras y de salud, tendrán un camino libre para sanar las cuentas. No queremos acabar las EPS, sino transformarlas al nuevo modelo”, precisó.