El médico Ronny Jackson, quien fuera médico oficial de Donald Trump cuando era presidente, detalló este sábado que la herida de bala que sufrió a consecuencia de un intento de asesinato hace una semana se produjo en la parte superior de la oreja, mide dos centímetros y evoluciona favorablemente.
En una carta enviada al Congreso estadounidense, Jackson explica que la bala estuvo a menos de un cuarto de pulgada (unos 6 milímetros) de entrar en su cabeza, y golpeó la parte superior de su oreja derecha. «Es un absoluto milagro que no lo mataran», afirma.
«El rastro de la bala produjo una herida de 2 cm de ancho que se extendió hasta la superficie cartilaginosa de la oreja», herida que sangró significativamente y que produjo «una marcada hinchazón de toda la parte superior de la oreja».
Desde entonces, la hinchazón se ha resuelto y la herida está comenzando a granularse y sanar adecuadamente, aunque «debido a la naturaleza altamente vascular del oído, todavía hay sangrado intermitente que requiere la colocación de un vendaje», detalla el doctor. Según afirma, Trump se encuentra «bien» y se recupera «como se esperaba».
Jackson acudió a revisar al exmandatario el pasado sábado, tras el intento de asesinato que sufrió por parte de un joven de 20 años que le disparó con un arma de asalto mientras este daba un mitin en Butler (Pensilvania), antes de ser abatido.