Sin piedad y a sangre fría fue asesinado a la 1:15 de la tarde de hoy un hombre en una carpintería situada en el barrio Las Gaviotas del municipio de Caucasia, Antioquia. Pistoleros llegaron hasta ese negocio y dispararon una andanada de balas contra la víctima,  a quien no le dio tiempo para reaccionar y ponerse a salvo.

De acuerdo con las primeras versiones, la víctima, cuya identidad, como suele ocurrir en Caucasia, aún no ha sido identificada, pero al parecer trabajaba en el referido sector.

El cuerpo sin vida quedó sobre unas tablas y al lado de una máquina de carpintería. Se trata de un hombre cuya edad oscila entre los 30 a 35 años, , tez morena, de más o menos 1,75 de estatura, quien vestía un pantalón de color negro y camiseta del mismo color, calzaba zapatos deportivos negro con blanco.

Los pistoleros llegaron en moto e ingresaron a la carpintería donde se encontraba el hombre y sin mediar palabras le propinaron varios impactos de arma de fuego que lo alcanzaron en el tórax y abdomen. Su muerte se registró de manera inmediata.

La Policía llegó al lugar y aseguró la escena del crimen para facilitar las labores de inspección y levantamiento del cadáver. Y tal como es común en esta clase de hechos de violencia, entre los habitantes del sector imperó la ley del silencio por razones obvias de seguridad. «En boca cerrada no entran moscas», se escuchaba decir en el lugar de los hechos.

En dos atentados a bala ocurridos en la tarde-noche de este jueves 21 de noviembre en el municipio de Caucasia, resultaron heridos una mujer y un hombre. El primero de los casos se registró en el barrio El Paraguay y el otro en Pueblo Nuevo.

En El Paraguay una mujer fue atacada a tiros cuando se encontraba departiendo en un establecimiento de diversión, al parecer consumiendo bebidas embriagantes. Fue sorprendida por un sujeto que le disparó en varias ocasiones. La fémina fue auxiliada por varias personas y llevada a un centro asistencial. Su estado de salud es delicado y se teme un desenlace fatal en cualquier momento.

Poco después, al filo de las 6:20 de la tarde, volvieron a zumbar las balas, esta vez en la calle 10 del barrio Pueblo Nuevo, donde fue atacado a bala un joven que se encontraba en un establecimiento de reparación de neveras, muy cerca al Parque la Virgen.

Los pistoleros, según el relato de algunos presentes en el lugar, no le dieron tiempo de nada al joven, quien cayó herido mortalmente al piso. Varias personas lo socorrieron y llevaron a un centro asistencial.

Las identidades de estas dos nuevas víctimas de la violencia en Caucasia no han sido establecidas por las autoridades policiales, que investigan para establecer móviles y autores.

Como una forma de seguir adelante y ayudar a su familia, el joven caucasiano Freddy David Robles Romero decidió hace diez años ingresar a las filas del Ejército Nacional. Lo hizo con mucho entusiasmo y gran vocación de servicio. Poco a poco, con mucha disciplina y pundonor, este joven, de 29 años, fue ascendiendo en las filas castrenses hasta llegar al rango de cabo segundo.

Cumpliendo con su misión de soldado, Robles Romero estaba en una escuadra de militares realizando labores de control en la convulsionada zona rural del municipio de Anorí, Antioquia. Se encontraba al frente de ese grupo cuando en la mañana de este jueves 21 de noviembre fueron atacados con explosivos artesanales por guerrilleros del ELN. El saldo fatal de ese ataque terrorista fue de cinco militares muertos y cuatro heridos.

La noticia del ataque subversivo fue confirmada por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien condenó y lamentó el hecho, y con el transcurrir de las horas se fueron conociendo más detalles. Ayda Romero, madre del suboficial Freddy David Robles, estaba sirviéndole el desayuno a su esposo cuando una llamada a su celular le dio la infausta noticia: su hijo, el cabo segundo Robles Romero, había muerto.

Al prinicipio se negaba a creerlo, incluso llegó a pensar que se trataba de una broma pesada, pero después el resto de la familia confirmaron la muerte del joven caucasiano. El joven estaba adscrito al Batallón Bomboná del Ejército Nacional.

El cadáver del suboficial será trasladado en las próximas horas al municipio de Caucasia, previo el cumplimiento de una serie de protocolos. El Ejército le rendirá homenajes póstumos y sus exequias se cumplirán en su tierra natal. Como es lógico, su familia y amigos están sumidos en un profundo dolor y solo piden que se haga justicia.