Aunque Colombia evitó un racionamiento de energía en los primeros cuatro meses del año y los embalses mejoraron después de la crisis causada por el fenómeno de El Niño, entre 2023 y 2024, aún quedan muchos desafíos y problemas por resolver en el sistema eléctrico.
El fantasma del déficit de lluvias no se ha ido, todavía falta agua para llegar a niveles holgados en los embalses en Colombia.
De acuerdo con datos de XM, analizados por Observadores Col, los embalses crecieron desde el 19 de abril hasta el 7 de julio a un 60 %, de ahí a la tercera semana de agosto han tenido un leve descenso que al 20 de agosto marcó 56,8 % y este miércoles 21 de agosto bajó a 56,51 %, un descenso del 0,31 %.
Sin embargo, a pesar de las lluvias entre mayo y agosto, el nivel útil de los embalses del país se encuentra lejos de la meta establecida entre el 60 % y el 80 %.
“Hace muy poco tiempo salimos del fenómeno de El Niño, y la expectativa era iniciar una senda de recuperación del nivel de los embalses. En mayo y junio esa tendencia de recuperación se comportó según lo esperado. De hecho, en junio, la tasa de crecimiento de los embalses fue de 0,5 puntos porcentuales; sin embargo, a partir de julio la situación cambió, pues la tasa de embalsamiento se redujo a 0,04 puntos y en los primeros días de agosto en lugar de embalsar, se desembalsó a una tasa de -0,1 puntos porcentuales”, explicó Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgén.
Cabe recordar que, en la actualidad, en Colombia, se genera energía por agua a un 77 %.
El analista Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, advierte que a medida que el nivel de los embalses se recupera, disminuye la necesidad de recurrir a la generación térmica, “cuya labor es más costosa y, por ende, su precio es ofertado”.