Según el hombre, llevaba cinco años luchando contra la infección que le produjo una bacteria y que le afectó la sangre y los huesos.
Como lo había anunciado, Javier Acosta puso fin a su vida después de cinco años de lucha contra una enfermedad que deterioró su salud y calidad de vida. Recibió la eutanasia, como lo había solicitado tras no ver mejoría en su estado.
El hombre, quien era ferviente seguidor de Millonarios, estuvo recluido en el Hospital San Ignacio de Bogotá, desde donde fue trasladado a otro lugar para practicarse el procedimiento.
Horas antes de la eutanasia, Acosta se despidió de sus amigos en redes sociales y les envió un mensaje: “Disfruten cada instante, con sus amigos, con sus parceros, no esperen a que maten a un amigo para que le digan: ‘Loco, lo quiero’”, no esperen a que maten a un parcero, a un barra para llevarle flores a casa”.
Un funcionario del San Ignacio leyó un comunicado a las afueras del centro médico, en donde estaban varios seguidores del club azul esperando por noticias de Javier.
Desde allí, dijo que la familia fue la que decidió que se llevara el procedimiento en otro lugar, para hacerlo de manera íntima y en privacidad.
En la noche del pasado jueves, 29 de agosto, cientos de hinchas de Millonarios llevaron a cabo un banderazo al frente del hospital en apoyo al hombre que luchó cinco años.