El Ejército israelí anunció este domingo la muerte de Hader Ali Tawiil, comandante de la compañía Kafr Kila del grupo chií Hizbulá, a quien se le atribuye la responsabilidad de disparar «cientos de proyectiles y misiles antitanques contra las comunidades del norte de Israel». Ali Tawiil fue abatido en un bombardeo de las Fuerzas Aéreas israelíes, aunque no se revelaron detalles sobre su ubicación exacta.
La compañía que dirigía Ali Tawiil está vinculada a la localidad fronteriza de Kafr Kila, en la frontera entre Israel y Líbano. El comandante, junto con otros milicianos, participó en un ataque con un misil antitanque que causó la muerte de un civil israelí, Mira Ayalon, de 76 años, y su hijo, el sargento reservista Barak Ayalon.
Este incidente eleva la cifra de líderes de Hizbulá eliminados por Israel en los últimos días, alcanzando más de 30, según declaraciones del portavoz militar Daniel Hagari. En total, las fuerzas israelíes han matado a aproximadamente 440 combatientes de Hizbulá desde el inicio de su incursión terrestre «limitada» en el sur de Líbano, durante la cual han perdido al menos nueve soldados israelíes.
El jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, afirmó que las fuerzas armadas continuarán ejerciendo presión sobre Hizbulá sin concesiones, con el objetivo de infligir daño adicional al grupo.
Durante las operaciones en el sur de Líbano, las tropas de la 98ª División destruyeron un túnel de 250 metros de longitud ubicado a 300 metros de la frontera. En el interior, encontraron armas y centros de control que, según Israel, Hizbulá planeaba usar en una invasión.
Desde que comenzaron las hostilidades, Israel ha intensificado los bombardeos sobre el sur del Líbano, el valle de la Becá y Beirut, causando más de 2.000 muertes y desplazando a 1,2 millones de libaneses.