Israel y el grupo militante aumentaron sus tensiones tras los ataques israelíes perpetuados este fin de semana en el Líbano y la respuesta de Hezbolá enviando más de 100 cohetes a Israel. Netanhayu afirmó que tomará “cualquier medida necesaria” para mitigar la amenaza.
Hezbolá amplió sus ataques a zonas de Israel más al sur de lo habitual, aumentando los temores de un conflicto regional más amplio, incluso medios internacionales como The Wall Street Journal aseguran que Israel y el grupo militante se encaminan a una guerra a gran escala por los intensos ataques.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dejó entrever el domingo que Israel continuará sus acciones contra Hezbolá, afirmando que su país tomará “cualquier medida necesaria” para mitigar la amenaza de la milicia libanesa, a pesar de que la escalada de violencia ha llevado a la región al borde de un conflicto mayor.
Sus declaraciones se dieron pocas horas después de que Hezbolá lanzara más de 100 cohetes, misiles y drones hacia territorio israelí en respuesta a una serie de ataques mortales en Líbano, incluyendo explosivos en buscapersonas y walkie-talkies, así como ataques aéreos contra altos comandantes del grupo.
El primer ministro mencionó estos ataques de manera indirecta, mencionando que Israel propinó a Hezbolá “una serie de golpes” que el grupo no había anticipado. “Si Hezbolá no entendió el mensaje, les aseguro que lo entenderán”, afirmó en un comunicado grabado, agregando que Israel está decidido a que los desplazados regresen a sus hogares en el norte del país.
No hizo referencia directa al ataque nocturno de Hezbolá, que activó las sirenas antiaéreas en decenas de localidades del norte de Israel. Hezbolá afirmó haber atacado bases militares israelíes, incluida una cerca de Haifa, en la costa.
Aunque los ataques de Hezbolá parecieron dirigirse más al interior de Israel desde el inicio de sus ofensivas el 8 de octubre, el ejército israelí informó que la mayoría de los misiles fueron interceptados por sus defensas aéreas. Sin embargo, una ciudad al norte de Haifa sufrió un impacto directo, y las autoridades impusieron restricciones en reuniones públicas en áreas como los Altos del Golán y Galilea.
El ataque aéreo de Hezbolá pareció estar calculado: una muestra de fuerza cerca de una de las ciudades más grandes de Israel, pero evitando un ataque directo a una ciudad importante como Tel Aviv, lo cual podría desencadenar una respuesta más contundente de Israel.
La situación también es tensa en Líbano, donde las explosiones de dispositivos y walkie-talkies —atribuídos a Israel—, junto con un ataque aéreo, saturaron los hospitales y pusieron al país en alerta. Los ataques causaron decenas de muertos, incluidos altos comandantes de Hezbolá, y miles de heridos. Esto aumentó el temor de que el ejército israelí esté desviando su atención de Hamas en Gaza hacia Hezbolá.