El Gobierno pone en marcha un plan para frenar la deforestación de la Amazonía que, junto con otras estrategias, ha logrado reducir en un 61% este delito ambiental, «un resultado sin precedentes», según datos del Ministerio de Ambiente.
Jhon Galvis, un campesino del Bajo Caguán, en el departamento de Caquetá, es parte de la estrategia ‘Conservar Paga’, con la que «se triplicaron los incentivos económicos a los campesinos, pueblos indígenas y comunidades negras que le dicen ‘no’ a la deforestación y que se comprometen con la protección, conservación y restauración de la selva amazónica».
Hasta el momento más de 3.500 familias han cambiado su forma de ver y relacionarse con el bosque y ahora están involucrados en su protección y conservación.
«Yo tenía una mentalidad de expansión de terreno, de deforestación, pero gracias a los proyectos y con la forma en la que se han venido implementando, se ha cambiado eso. Ya ahorita no es deforestación, sino restauración», agrega Galvis.
Las comunidades son el centro de la estrategia del Gobierno colombiano para controlar la deforestación en la Amazonía, que ocupa el 42% del territorio y es fundamental para la salud de la biodiversidad del país y del mundo.
Históricamente, la Amazonía ha concentrado más del 60% de la deforestación del país, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, por lo que se impulsó el Plan de Contención de la Deforestación con el propósito de «contener este flagelo de la mano de las comunidades».
“Estamos llegando a todos los departamentos de la Amazonía con alternativas para el campesinado colombiano, para cambiar la economía de la deforestación por la economía forestal y de la biodiversidad. Hemos trazado una línea clara: trabajar juntamente con las comunidades y avanzar en la contención de la deforestación con ellas», destacó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.