El propietario de la segunda Cybertruck que rueda por las calles de Antioquia afronta por lo menos dos procesos ante las autoridades por la presunta operación ilegal de juegos de suerte y azar.

El excéntrico dueño del vehículo, que en Colombia se ha comercializado por casi $1.000 millones, se trata de Javier Arias Castañeda, que se ha posicionado en las redes sociales como un importante influenciador y empresario de juegos de azar.

Tan solo en su cuenta de la red social Instagram, en la que acumula más de 1,1 millones de seguidores, Castañeda ha causado furor desde hace seis días con múltiples fotografías y videos en los que se lo ve conduciendo la futurista camioneta eléctrica fabricada por Tesla por las destapadas calles del Urabá antioqueño.

En esa misma red social, en donde se identifica como Javier Arias Stunt, el controvertido empresario ha publicado más videos en los que aparece comprando otros lujosos vehículos como BMW, Mercedes Benz y haciendo acrobacias en múltiples tipos de motos.

En su actividad pública, Arias también ha ganado fama por organizar rifas de bienes de alto valor, que van desde apartamentos, carros y todo tipo de aparatos electrónicos.

Precisamente por cuenta de esta última actividad Arias ha despertado la atención de ciudadanos y de las autoridades. Tal como se lee en una investigación recientemente publicada por el periódico El Tiempo, cuya unidad investiga empezó a hurgar en los antecedentes de Arias, uno de los elementos que más ha llamado la atención es el exponencial incremento de las ganancias de su firma ACJ Digital Revolution S.A.S., que fue creada con un capital de $5 millones apenas en abril de 2003 y un año después registraba ganancias por $7.000 millones.

Ese rápido crecimiento ha despertado inquietud en el gremio de los juegos de azar, desde donde agremiaciones como Fedecoljuegos alertaron a Coljuegos de los sorteos realizados por Arias.

“Es de nuestro conocimiento que este influencer organiza y promueve de manera recurrente rifas de alto valor, incluyendo carros, apartamentos, electrodomésticos, entre otros premios, a través de sus redes sociales. La promoción y realización de sorteos con premios monetarios o de valor, sin la debida autorización y regulación, constituyen una forma de juego ilegal que perjudica a los operadores legales así mismo como a la sociedad en general”, señaló esa federación en una carta publicada por El Tiempo.

“Tiene dos procesos administrativos sancionatorios por presunta operación ilegal de juegos de suerte y azar en la modalidad de rifas. El primer proceso se aperturó el 11 de junio contra la empresa ACJ Revolution y Javier Arias como persona natural. El segundo proceso se aperturó el 30 de agosto de 2024, en contra de la empresa Javier Arias Stunt SAS, y de Javier Arias como persona natural. Ambos se encuentran en averiguación preliminar para determinar los presuntos responsables de la operación de juegos de suerte y azar sin autorización”, expresó esa entidad, desde donde se reseñó que la empresa en cuestión ni el mismo Arias han allegado solicitudes para realizar rifas en lo corrido de 2024.

A pesar de la controversia, Arias no se ha pronunciado sobre el tema.

Sobre las 5:00 de la tarde de este lunes hizo erupción el volcán San José Mulatos –un cráter que comparte jurisdicciones con los municipios de Necoclí, Turbo y San Pedro de Urabá– y hasta ahora las autoridades tratan de ingresar a la zona.

“Los hechos acaban de ocurrir y el cuerpo de bomberos se dirige al lugar para verificar la situación”, relató Alexánder González, secretario general de San Pedro de Urabá.

“Tenemos claro que la expulsión del material volcánico cayó hacia los lados del municipio de Necoclí, estamos trabajando en la verificación porque en la zona hay un cacerío pequeño”, añadió el funcionario.

Pobladores de la zona le relataron a EL COLOMBIANO que justo antes de la erupción sintieron un ruido similar al que hace un “avión fantasma” y luego se “vio el candeleo entre las montañas”.

El material volcánico también cayó sobre la vía que comunica a San Pedro de Urabá con Necoclí. La vía permanece cerrada.

El Gaula Militar y el CTI rescataron a un joven que al parecer fue secuestrado por la banda criminal de “la Terraza” en Itagüí, sur del Valle de Aburrá, para después utilizarlo como “mula” en el envío de estupefacientes hacia el exterior.

“Esta acción fue posible gracias a la denuncia de un familiar de la víctima, quien informó que el grupo exigía la suma de 50 millones de pesos para liberar al joven”, indicó el Ejército en un comunicado.

Los criminales también exigían –indica el informe oficial– que el joven transportara estupefacientes encapsulados en su estómago y, a cambio, prometían no atentar contra su vida.

El rescate se produjo gracias a una operación articulada entre el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía y soldados del Gaula Militar de Antioquia. Durante el operativo capturaron a un presunto miembro de “La Terraza” en flagrancia.

“Se acordó un punto de encuentro con el victimario en el barrio Santa María, del mencionado municipio. Una vez en el lugar, el secuestrador recibió lo demandado por el grupo ilegal, y en ese momento las autoridades lograron su rápida captura”, añadió el Ejército.

El sujeto capturado quedó a disposición de la autoridad competente. Deberá responder por los delitos de secuestro extorsivo y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Le incautaron 42 cápsulas de cocaína.

“Según información de inteligencia, el grupo delincuencial “La Terraza” tendría bajo su control a un grupo de mujeres con varias cápsulas de cocaína en sus estómagos, quienes iban a ser utilizadas como mulas con destino a España”, añadió la fuente oficial.