Una nueva polémica y enfrentamiento entablan el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Gustavo Petro por cuenta de la arremetida de las disidencias de las Farc en el sur de Colombia.
En medio de un conversatorio programado por la Universidad de La Sabana en Bogotá, el exmandatario se despachó contra las Fuerzas Militares de Colombia por no adelantar ofensivas contra los grupos armados, que se han fortalecido en los últimos meses tras la decisión del Gobierno nacional de implementar ceses al fuego para adelantar las negociaciones de paz.
“Lo peor de las Fuerzas Armadas es quedarse quietas por la orden de un Gobierno, mientras ese Gobierno ha estimulado al ELN a que presionen con armas una constituyente”, señaló Uribe.
De hecho, el expresidente también hizo referencia a los planes del presidente Gustavo Petro de convocar a una constituyente en Colombia e insinuó que las ofensivas de los grupos armados serían un mecanismo para lograrlo.
“Hay que decir desde la Universidad de la Sabana: ese debate hay que darlo. La protección de los colombianos tiene que darse, ante la violencia, por parte de las instituciones, quiera o no el presidente de la República”, advirtió el exmandatario, en un llamado para que los militares desobedezcan al presidente Petro.
Lo que dice Petro
«Es delito incitar a derrocar al gobierno y alzarse en armas contra el orden constitucional», dice el texto compartido por el presidente Petro. A esto añadió: «El que, con propósito de cometer delito de rebelión o de sedición, sedujere personal de las fuerzas armadas, usurpare mando militar o policial, o retuviere ilegalmente mando político, militar o policial, incurrirá en prisión de cuatro meses a dos años».
El actual mandatario no hizo mención directa Uribe pero su publicación claramente se entendió como un pronunciamiento contra la tesis que expresó en el público universitario. Este publicó una imagen en la que se conceptualiza el artículo 467 y 468 del código penal.
Las dos últimas declaraciones se unen a los varios reclamos de afines al Presidente ante la polémica. Uno de los primeros en responder desde la tarde del martes fue el embajador en Reino Unido, Roy Barreras.
«Nadie puede, y menos un expresidente, incitar a las Fuerzas Armadas a desobedecer al Gobierno y a su comandante en jefe. Esas declaraciones cruzan el límite del golpismo. Los ciudadanos tienen derecho a exigir seguridad pero un expresidente no puede olvidar que las Fuerzas Militares no son deliberantes y menos contradictoras», dijo el diplomático.
