El celular se ha convertido en un compañero inseparable. Las personas lo usan para comunicarse, trabajar, entretenerse y hasta realizar compras. Sin embargo, una duda común surge con frecuencia: ¿si dejo este dispositivo cargando al 100% y lo dejo conectado, sigue consumiendo energía?
¿Qué pasa si el celular llega a 100% y sigue cargando?
Los celulares modernos cuentan con baterías inteligentes diseñadas para optimizar su vida útil y evitar daños por sobrecarga. Estas baterías incorporan chips que regulan el flujo de energía una vez que alcanzan el 100% de carga.
En este punto, el cargador deja de inyectar corriente de manera constante y solo envía pulsos de mantenimiento para mantener la carga completa. Este proceso minimiza el consumo de energía a niveles muy bajos, casi imperceptibles en la factura eléctrica.
Consumo ‘vampiro’ en el celular
Si bien es cierto que un celular conectado al cargador gasta energía mínima después de alcanzar el 100%, existe un fenómeno conocido como consumo ‘vampiro’. Este se refiere al consumo de energía que algunos dispositivos electrónicos generan incluso cuando están apagados o en modo de espera.
En el caso de los cargadores, este fantasma es extremadamente bajo, alrededor de 0.0002 kilovatios hora (kWh) por hora. Esto significa que dejar un cargador enchufado durante un año solo incrementaría tu factura eléctrica en unos pocos centavos.
¿Entonces, debo desconectar mi celular cuando está cargado al 100%?
Aunque el consumo ‘vampiro’ por dejar el cargador conectado es mínimo, desconectarlo cuando su celular está cargado al 100% tiene algunas ventajas:
- Alarga la vida útil de la batería: minimiza el tiempo que la batería permanece bajo estrés, lo que contribuye a su buen estado a largo plazo.
- Reduce el consumo de energía total: aunque el consumo fantasma es bajo, eliminarlo por completo contribuye a un uso más responsable de la energía.
- Evita riesgos de sobrecalentamiento: pese a que es poco probable, dejar el cargador conectado durante largos periodos podría generar un ligero sobrecalentamiento, especialmente en cargadores de baja calidad.
