Pero esta situación tomó mayores ribetes cuando el presidente del equipo ‘cardenal’, Eduardo Méndez, denunció a El Tiempo que habían sido empujados y maltratados por la logística bumanguesa.
«Al final del partido, como todos vieron, se invadió la cancha y la gente de logística se portó mal y nos agredieron a varios de Santa Fe, a los directivos especialmente, nos agredieron con empujones y nos agarraron a pata», sostuvo el directivo del club capitalino.
Méndez señaló que «esa gente se mete al campo solo por hacernos daño» y anunció que «no voy a correr riesgos, Santa Fe no va a correr riesgos».
Por ende decidió que no haya público visitante en El Campín, situación distinta a la que se vivió en la capital del Santander, donde 1.000 hinchas pudieron hacer presencia.
Petición del Alcalde de Bucaramanga
Frente a esto, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, le pidió a Méndez «reconsiderar la decisión».
«En Bucaramanga se garantizó la seguridad de la delegación del equipo bogotano y de su hinchada, desde su llegada a la ciudad. Hay cientos de hinchas del Bucaramanga que ya tienen boletas compradas para el juego en Bogotá con la ilusión de acompañar al equipo, así como lo hicieron más de 1.000 seguidores de Santa Fe en Bucaramanga», agregó.
Pidió que «la fiesta del fútbol» sea compartida, «así como se dio en nuestro estadio».
