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Niña barranquillera de 13 años una de las víctimas mortales por colapso de techo

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Una niña de 13 años es una de las dos víctimas fatales de la emergencia que se registró en la noche del sábado 1 de junio en Valledupar por cuenta del desplome del techo de un kiosco de una casa de campo, donde se celebraba un matrimonio cristiano.

La menor era una de las invitadas de la fiesta junto a sus padres, todos oriundos de Barranquilla. Ellos habían viajado desde la capital del Atlántico hasta Valledupar para asistir a la ceremonia religiosa.

Testigos señalaron que la madre de la menor gritaba angustiada al no ver a su hija hasta que fue rescatada sin vida en medio de los escombros.

Este hecho también dejó un saldo de al menos 24 personas lesionadas. La segunda víctima mortal fue una joven de 22 años, quien era una de las damas de honor.

La celebración terminó en tragedia cuando el techo del salón de evento se cayó en medio de un fuerte aguacero que se registró la noche del sábado. Todo estaba listo para que la pareja de novios Ebed Shaday Calderón y Camilo Andrade compartieran con familiares y amigos el momento más especial de sus vidas: el matrimonio. Para ello, la planificación duró meses y el sitio escogido fue una de las casas campo en el complejo campestre Las Marías, a las afueras de la ciudad.

En total en el lugar había 120 personas, que debido al tiempo de lluvia todas se organizaron en el salón cubierto. Allí se realizó la ceremonia religiosa cristiana y cuando se disponían a realizar el brindis los presentes empezaron a notar que caía arena del techo y pequeñas partes de la estructura, por lo que algunos alcanzaron a salir, pero el derrumbe fue en cuestión de segundos.

Deivis Hernández Martínez, quien hacía parte de la producción audiovisual y sobreviviente de esta tragedia, contó que fueron momentos de total angustia.

“Yo estaba en el sitio encargado de la producción de luces, video y fotografías, por motivos de la lluvia todo se trasladó al sitio cerrado. Minutos después de la celebración de la palabra se iba a iniciar el brindis, en ese momento se fue la luz, todo fue confusión, gritos y desespero porque había muchos niños. Fue espantoso, en cuestión de segundos todo se nos vino encima”, relató el testigo.

Añadió que había tres puertas para salir del salón, pero eran corredizas y las personas, en su desespero por salir, eso no lo recordaron, sino que las empujaban y ahí perdieron tiempo y la estructura les cayó encima.

 

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