El Junior llegaba a su choque contra Botafogo con una tarea: no perder. El objetivo en el estadio Metropolitano se cumplió en un partido pálido, y en un empate sin goles, martirizante para los poco más de 10.000 hinchas que asistieron al Roberto Meléndez para buscar una alegría, que llegó a medias.
El 0-0 se impuso en un partido sin muchas emociones, en algunos momentos parecía que los dos equipos estaban más interesados de que se acabara el encuentro que de jugarlo.
La necesidad era del Botafogo, que debía ganar para ser primero del grupo D de la Copa Libertadores, los brasileños intentaron imponer el ritmo, pero el ‘tiburón’ fue aplicado en defensa, poco sufrió.
Lo más destacado del primer tiempo fue la lesión del volante Víctor Cantillo, quien se fue al césped solo, se tomó su pierna izquierda y aquejó un fuerte dolor. Los médicos del Junior ingresaron al terreno de juego y de inmediato pidieron el cambio, en una situación dramática.
El futbolista rompió en llanto, generó preocupación en el cuerpo técnico de Arturo Reyes y en los hinchas, que seguramente van a perder al hombre clave del medio campo para el partido contra Millonarios de este domingo por el cierre del cuadrangular A de la Liga colombiana. Lo único positivo es que el Cantillo salió por sus medios, caminando, algo alentador en medio del drama.
Partido gris, empate que no cambia nada en el grupo D. Junior termina invicto, se queda con la primera posición y va a los octavos de final de la Copa Libertadores como cabeza de los emparejamientos y Botafogo termina de segundo con 10 puntos, los mismos que el cuadro barranquillero, pero con peor diferencia.
