La osadía de los criminales parece no tener fin con el objetivo de salirse con las suyas. A los ya conocidos mensajes por celular y panfletos amenazantes, las bandas de extorsionistas están enviando ahora a los comerciantes de Barranquilla y Soledad videos donde aparecen armados exigiendo dinero a cambio de no atentar contra la vida de sus víctimas y familiares. Incluso han tenido la desfachatez de hacerles videollamadas, ostentando armas de fuego, a los comerciantes de la capital del Atlántico y su área metropolitana.
Durante una operación del Gaula, se incautaron teléfonos celulares a varios capturados que, según las circunstancias, se hacían pasar por miembros de bandas como los ‘Costeños’, ‘Pepes’ o ‘Rastrojos’. Estas bandas poseían una amplia gama de identidades delictivas, utilizando diferentes nombres y franquicias para llevar a cabo sus actividades ilegales y evadir a las autoridades.
En la audiencia de formulación de imputación celebrada este viernes, se presentaron pruebas cruciales contra Alfredo Luis Martínez Caballero; Iván Dionisio Pérez Barón, alias ‘Godzilla’; Jhonatan José Mendoza Toscano, alias ‘El calvo’; y Jhon Freddy Ortiz Gonzales, alias ‘El viejo’. Estos sujetos, capturados el jueves en el barrio Las Nieves de Barranquilla, fueron vinculados a dos videos que se mostraron durante la audiencia.
En uno de los videos, los delincuentes, encapuchados, intimidaban directamente a sus víctimas y a sus hijos, asegurando estar al servicio de un cabecilla conocido como ‘Negro Ober’. La amenaza era clara: «Buenas tardes, Dios lo bendiga. De parte del Negro. Que si no te pones las pilas hoy. No hay un acuerdo hoy, bala pa’ usted y pa’ sus hijos”.
El segundo video mostraba a los extorsionistas blandiendo dos revólveres mientras decían: «Mira que estoy trabajando con la gente dura oíste. No creas que estoy qué de bolita ‘e coco oíste. Párale bolas. Te puedes ganar un numerito de estos sin coger una rifa». Estas pruebas, junto con audios y registros de cámaras de seguridad, fueron presentadas en la audiencia para demostrar la gravedad de las amenazas y la peligrosidad de los capturados.