Cuatro cuerpos embolsados fueron avistados en la mañana de este domingo en la vía que conecta a Medellín y el Urabá antioqueño. Al parecer se trataría de mineros que fallecieron en las últimas horas por cuenta de la inhalación de gases dentro de los socavones ilegales que hay en el municipio de Buriticá.
Los hechos se registraron sobre las 8:00 de la mañana en el kilómetro 92 del tramo Santa Fe de Antioquia-Cañasgordas, en el sector Alto del Obispo, en el corregimiento Pinguro, municipio de Giraldo (Occidente antioqueño), luego de que personas que transitaban por este sector visualizaran los cuerpos, envueltos en materiales plásticos y telas, los cuales fueron abandonados desde un vehículo en horas de la madrugada.
Agentes de la Sijín de la Policía Antioquia realizaron la inspección a los cuerpos sin vida de estas personas, quienes no presentaban signos de violencia, por lo que sus fallecimientos quedaron por establecer, de acuerdo con la información oficial.
Las víctimas fueron identificadas como Dairo Tuberquia Toro, de 40 años; Pedro Pablo Salas Ochoa, de 28, y Over Luis Aguilar Parra, también de 28 años. La cuarta víctima quedó sin identificar, puesto que no le encontraron documentación y ninguna persona se acercó para suministrar información sobre este fallecido.
De acuerdo con los expertos en este tema, esta es una modalidad usada recurrentemente por quienes manejan los socavones ilegales en las profundidades de Buriticá, todo con el fin de evitar cualquier intervención de las autoridades en el lugar donde se produjeron estas muertes.
Cabe destacar que en este municipio del Occidente antioqueño hay una alta presencia de minería ilegal, llegando a las 380 bocaminas irregulares, las cuales en su mayoría interceptan los predios del título minero de la multinacional china Zijin Continental Gold, situación que ha llevado a una disputa a sangre y fuego por el control de la explotación de este territorio.
Todo esto porque los mineros ilegales pueden sacarse entre 6 y 40 millones de pesos durante su permanencia bajo tierra, que puede demorar entre 10 y 40 días, dependiendo de la profundidad. Sin embargo, muchos de estos mineros nunca logran salir con vida de las profundidades, debido a que el trabajo en estas minas ilegales no cuentan con muchas garantías de seguridad. Otros logran volver a la superficie, pero con su salud deteriorada.