Fuentes judiciales confirmaron que Juan Carlos García Uribe, el hombre asesinado a balazos en el parqueadero del Centro Familiar Cristiano en Montería, estaba en la mira de las autoridades de Estados unidos por diversos delitos.
Según las autoridades colombianas Mejia Uribe estuvo procesado por presunta extorsión y concierto para delinquir. Había logrado que le concedieran detención domiciliaria y posteriormente su libertad.
Había ingresado al templo desde la mañana del domingo 23 de junio acompañado por su esposa y su suegra.
Algún conocido lo hizo salir del culto antes de que despidieran la oración.
Estando en el parqueadero antes de subirse a su camioneta blindada le dispararon.
Siendo la 1:00 de la tarde dos personas ingresaron en una moto y se acercaron a la camioneta de color blanco disparando en dos oportunidades contra la humanidad de Mejía Uribe.
Minutos después de que el atentado ocurriera cerca de la Fiscalía, la Policía Nacional acordonó el lugar para hacer la inspección del cadáver.
Contexto
«En libertad empresario señalado de exigir extorsión a carbonera en Córdoba». Así titularon en esa oportunidad los medios regionales sobre la captura del hoy asesinado.
A Mejía Uribe le habían revocado la domiciliaria, pero el proceso se habría dilatado y estaba libre.
Un juzgado penal de Montería ordenó dejarlo en libertad. Aparece dentro de un proceso por una presunta extorsión a la empresa Carbomax de Colombia S.A.S.
A la compañía carbonera le habrían exigido 2 mil millones de pesos o se detenía la operación de la mina El Campano. Mejía, procesado por tentativa de extorsión agravada, ya había sido cobijado con detención domiciliaria, bajo el argumento de que es padre cabeza de familia de una menor, en ausencia absoluta de la madre.
