Los termómetros se han disparado en las últimas jornadas y horas en diversos puntos de Europa, Asía y América cobrándose la vida de cientos de personas, especialmente durante la peregrinación a La Meca, en Arabia Saudí, -con casi 900-, y con varias ciudades americanas y del Viejo Continente con temperaturas récord para estas fechas del año.
Roma, por ejemplo, se encuentra este viernes en alerta roja por la ola de calor que azota Italia, y se prevé que se alcancé una temperatura máxima de 37 grados, según el Ministerio de Sanidad, que también advierte del máximo nivel de alerta en otras siete ciudades italianas: Ancona, Campobaso, Frosinone, Latina, Perugia, Rieti, en el norte, y en el sur, Palermo.
Además se llegaron a detectar 50 grados en superficies del Coliseo y la plaza de San Pedro, que cada día visitan unas 25.000 personas, mientras que en la mayor estación de tren de la capital italiana, Termini, también hubo superficies por encima de los 50 grados .
Por otra parte, los incendios forestales que asolan Turquía por las altas temperaturas se han cobrado ya la vida de 11 personas y 44 han resultado heridas, diez en estado crítico, en las provincias de Diyarbakir y Mardin, al sureste del país.
Estas provincias alcanzaron esta semana los 45 grados y se espera que este viernes las temperaturas ronden los 41, unas cifras que se mantienen entre 5 y 10 grados más elevadas de lo normal en esta época, según la Dirección General de Meteorología turca.
Por otro lado, la ministra de Agua de Nueva Delhi, Atishi Marlena Singh, ha comenzado este viernes una huelga de hambre indefinida en señal de protesta por la crisis de agua que vive la capital india, con fallos en el suministro desde hace semanas, y de la que responsabiliza a otros estados vecinos, especialmente Haryana e Himachal Pradesh.
Esto se suma a la intensa ola de calor que vivió durante semanas Nueva Delhi, que desató una crisis de agua en la capital y llevó a las autoridades a imponer restricciones a su uso; la ciudad ha experimentado hoy las primeras lluvias después del tórrido verano, anticipo de las precipitaciones monzónicas que está previsto que lleguen a la capital en los próximos días.