La presencia del exparamilitar Edelmiro Anaya González, alias Chino Anaya, en la IPS Mediclínica, en la calle 80 con carrera 47, del norte de Barranquilla, donde poco antes del mediodía de este jueves 23 de mayo murió, era por una visita a Jorge Luis Alfonso López, apodado El Gatico.
Así lo indicó una fuente de entero crédito que además era amiga personal de Anaya González, a quien de acuerdo con los reportes de las autoridades, le figuraban más de 20 anotaciones por diversos delitos, uno de ellos homicidio.
El Chino Anaya, natural de Sincelejo, es recordado por haber sido escolta del entonces alcalde del municipio de El Roble, Eudaldo León ‘Tito’ Díaz Salgado, y posteriormente participar, como así lo reconoció ante Justicia y Paz, en el crimen de este que fue cometido por hombres del entonces Bloque Héroes de los Montes de María por mandado del exgobernador Salvador Arana Sus, que también reconoció, pero ante la JEP, este hecho.
Anaya se había salvado de dos atentados recientes en Barraquilla. Era padre de 7 hijos, dos de estos menores de edad. Una de sus esposas fue asesinada en Sincelejo hace varios años en la zona céntrica.
En medio de los detalles conocidos preliminarmente, la incursión armada habría sido protagonizada por 12 hombres y una mujer, armados con fusiles y pistolas automáticas, vestían prendas de la Dijín para obtener el permiso de ingreso a la clínica donde estaba recibiendo atención médica Jorge Alonso López.
De manera preliminar, se conoce que los responsables del ataque huyeron en dos vehículos, uno tipo Chevrolet Spark color blanco y un Nissan March color gris, los cuales están siendo buscados en el norte de la ciudad a través de un plan candado que fue desplegado por la policía.
Las identidades de los fallecidos del atentado son Eduar Montero De La Hoz y Edelmiro Anaya González, conocido con el alias del ‘Chino Anaya’.
Vale la pena recordar que Alonso López, alias El Gatico, hijo de la fallecida empresaria del chance en la Costa, Enilse López, conocida como La Gata, tenía medida de detención intramural para el cumplimiento de su condena de 29 años de cárcel por el homicidio del periodista Rafael Enrique Prinz, ocurrido en 2005.
Este sujeto habría sido dejado en libertad el pasado 2 de febrero, tras ser designado como facilitador de paz, luego de una polémica resolución de la oficina del Alto Comisionado de Paz, lo que fue rápidamente revertido en aquel momento.