Sería la novena vez que el delincuente viola el beneficio otorgado por la justicia. Estaba en una vivienda de Medellín.
Uno de los narcotraficantes más peligrosos de Santander, Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, se fugó luego de haber recibido un polémico beneficio de detención domiciliaria.
El Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad le había concedido el beneficio, a pesar de que en el pasado había violado ocho veces esa condición de casa por cárcel. La decisión produjo una investigación disciplinaria a ese despacho por parte de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.
“Pichi” es señalado de controlar el 70% del tráfico local de estupefacientes en la capital de Santander y se encontraba en una casa del barrio El Poblado, de Medellín, pagando una pena por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.
Una patrulla de vigilancia del Instituto Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec) acudió a la residencia en la tarde del pasado jueves, y no lo encontró allí. El sentenciado les dejó el brazalete electrónico de geolocalización antes de evadirse