Por segunda vez, en lo corrido de este año, fue amenazada la concejal del municipio de Caucasia, Antioquia, Surany Arboleda Arias, a cuya vivienda fue enviado un panfleto con la palabra SAPA, en manuscrito, motivo por el cual decidió interponer la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la Nación.
De acuerdo con la cabildante, el pasado 30 de mayo, un día después de haber sido aprobado el Plan de Desarrollo Urbano de Caucasia, el único voto negativo fue el de ella, se encontraba en su casa y a las 2:00 de la tarde, una trabajadora le entregó una hoja en donde se leía la palabra «SAPA». El panfleto fue dejado en la puerta de su residencia, y de inmediato interpretó el calificativo de «SAPA» como una clara amenaza.
Tras analizar la situación, decidió interponer la denuncia ante la Fiscalía para que se investigue la procedencia y los autores de esta amenaza.
En la denuncia, Arboleda Arias deja constancia que «me opuse al PDU de Caucasia porque estaba mal tramitado, generando todo un debate en el interior del Concejo Municipal, luego, al día siguiente, llega a mi casa ese panfleto en donde me tildan de «SAPA», lo cual interpreto como una amenaza muy seguramente por mi postura política y por ser la única concejala que está en oposición en estos momentos».
De igual modo, la concejala pidió a la Fiscalía que le anuncie a la UNP que le refuercen las medidas de seguridad. «Temo por mi vida, corro peligro porque el esquema de seguridad sigue siendo débil y, además, no cuento con un vehículo blindado», precisó en la denuncia la concejal Surany Arboleda Arias.
La primera amenaza
La primera amenaza contra la cabildante y defensora de derechos humanos, Surany Arboleda, ocurrió hace cuatro meses aproximadamente. En un panfleto con logotipo de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, grupo armado ilegal conocido como Clan del Golfo, fue declarada objetivo militar y en esa ocasión le fijó un plazo de 72 horas para salir del municipio de Caucasia.
En el referido panfleto se lee exactamente que la amenazan por «entorpecer los procesos políticos de la región, por ser una sapa (sic) hablar lo que no tiene que hablar y estar donde no la llaman», así de tajante y perturbador fue el mensaje del referido grupo armado a la concejala.
Muchos en Caucasia y su zona rural reconocen a Surany Arboleda Arias como una mujer valiente, defensora incansable de los derechos humanos, quien tuvo una vez que desplazarse del municipio por su seguridad, pero que regresó para aspirar al cargo de alcalde y ahora desde el Concejo adelanta una férrea labor de oposición a lo que ella considera injusto o irregular.
«Mi lucha es por la justicia social, por los sectores más vulnerables de Caucasia, y no voy a declinar, por eso le exijo a la Fiscalía que refuerce mi esquema de seguridad como manda la Ley para aquellas personas que estamos amenazadas», puntualizó Surany Arboleda Arias.