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¡Carlos Mario Gallego, el sacerdote que derrotó el cáncer con su fe en Dios y la Virgen!

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Sin lugar a dudas, la fe mueve montañas y hace milagros. La fe impulsa al ser humano a concretar imposibles, máxime si está enfocada y depositada en Dios, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María. En esa fe, cimentada sólidamente desde su infancia, se aferró el sacerdote católico apostólico Carlos Mario Gallego Duque, cuando hace ocho años le diagnosticaron cáncer de estómago, uno de los más letales y agresivos.

Fue desahuciado por los médicos en Medellín y un hermano lo acogió en el seno de su hogar en la capital paisa para que viviera sus últimos días en familia. Llegó a pesar 40 kilos, su organismo sucumbía ante la arremetida del cáncer, sin embargo su temple y su fe lo mantuvieron con vida durante 0cho meses luchando contra la terrible enfermedad diagnosticada, la cual logró vencer aferrándose en su infinita fe en el Creador.

Cuando ya sus familiares y amigos creían que no había más nada que hacer y que el padre Carlos Mario se iría de este plano terrenal, surgió el milagro. Una mañana se despertó para orar, tal como lo hace siempre en su condición de sacerdote, y se sintió alentado, con ánimos de salir de esa habitación y caminar, aunque sentía debilidad física, más no espiritual.

Su familia y amigos se sorprendieron al ver que el padre se mostraba cada vez más revitalizado y alentado. Fue a unos especialistas en Medellín, y efectivamente el cáncer había cedido. El milagro se había consumado, y lentamente, pero a paso firme, comenzó a retomar sus labores como sacerdote.

Su llegada a Caucasia

Hace tres años, el padre Carlos Mario Gallego Duque llegó a Caucasia para continuar con su misión evangelizadora en la Prelatura Católica Apostólica Corpus Christi. Fue asignado como párroco de la iglesia Camino a la Morenita, enclavada en la finca Santa Elena, donde desarrolla una importante labor espiritual, religiosa y social entre la comunidad. Esta parroquia se encuentra situada muy cerca de la Hacienda Santa Elena, donde se levanta la mayor invasión de tierras más grande de Colombia, y una de las más extensas de América Latina.

El nombre de la parroquia, Camino a la Morenita, es en homenaje a la Virgen María, de la que el padre Carlos Mario es un convencido devoto, y en la que él se aferró para que lo salvara del cáncer que estuvo a punto de terminar con su vida.

A sus 62 años de edad, este sacerdote se encuentra muy activo, lleno de vitalidad para seguir trabajando en el proceso de evangelización que le corresponde como miembro de la Prelatura Católica Apostólica Corpus Christi. Cerca de unos 50 fieles asisten todos los domingos a la parroquia Camino a la Morenita, donde el padre Carlos Mario Gallego los recibe con los brazos y su enorme corazón abiertos de par en par, en una homilía caracterizada por sus sabias palabras evangelizadoras, consejos y demás ritos de la Iglesia Católica Apostólica.

«La misión de la Iglesia es una sola, está llamada a acercarse a la gente, a la comunidad, los sacerdotes debemos procurar llegar con nuestra misión evangelizadora a todas las personas, especialmente a los niños y jóvenes, los sectores más vulnerables de la sociedad. En Caucasia estamos procurando eso, aquí en nuestra parroquia recibimos niños y jóvenes, en general a toda la familia, para que conozcan la palabra de Dios», explica este sacerdote, oriundo de Medellín.

Poseedor de una palabra ágil, coherente, clara, versátil y llena de fe, el padre Carlos Mario se ha sabido ganar el corazón de miles de caucasianos, quienes ven en él un líder espiritual, un sacerdote que les habla con nitidez el mensaje de la palabra de Dios consagrada en los evangelios, un hombre de templanza y calidad humana que proyecta sus enseñanzas eclesiásticas en la formación de mejores ciudadanos y creyentes. En eso se fundamenta su misión como sacerdote de la Iglesia Católica Apostólica Corpus Christi.

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