Fuentes del Ejército confirmaron que en la tarde de este martes tres militares resultaron heridos luego de un ataque con drones en la finca El Pepinal, en El Plateado, zona rural de Argelia, en el sur del Cauca. Hasta el momento, se desconoce de dónde provino el ataque y si hay más uniformados afectados.
El suroccidente colombiano atraviesa una crisis de seguridad por diferentes ataques, principalmente en el sur del Valle y el Cauca, donde disidencias de las Farc han generado diferentes emergencias por atentados como el de este miércoles en el centro de Jamundí, donde estalló una moto bomba al lado de una entidad bancaria dejando varios heridos, entre ellos, dos policías y un civil de gravedad quien horas después perdió la vida.
En sus redes sociales, el presidente Gustavo Petro rechazó los ataques terroristas de este miércoles 12 de junio en Jamundí, Valle del Cauca, y Cajibío, Cauca, responsabilizando a las disidencias de ‘Iván Mordisco’ de los hostigamientos. Aseguró que el Estado Mayor Central está «matando a gente humilde del pueblo».
«EMC del Cauca y el Valle vuelven a hacer lo que saben hacer: Matar gente humilde del pueblo. Su camino (es) la codicia, para lo cual no les importa la destrucción de las comunidades», señaló el mandatario.
En ese sentido afirmó que se debe culminar la ofensiva en el cañón del Micay: «El EMC es una fuerza hostil al pueblo. El Ejército debe culminar la ofensiva en el cañón del Micay».
Vale mencionar que el ataque perpetrado en el centro de Jamundí dejó cuatro heridos, dos de ellos policías que se encontraban patrullando la zona. Un hombre dedicado a la vigilancia informal tuvo graves heridas, por lo que tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente.
Como se sabe, el mandatario ordenó el mes pasado no reanudar el cese el fuego con el EMC, que considera dividido en dos y con cuya parte más beligerante, la comandada por Iván Mordisco, ha aumentado las ofensivas y no va a volver a establecer un diálogo tras la escalada de violencia en el suroeste del país.
Las acciones de esa guerrilla se han intensificado en el suroeste del país luego de que en marzo pasado el Gobierno suspendiera el cese el fuego bilateral en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca y Cauca por la violencia de ese grupo armado contra indígenas y contra la fuerza pública.