Vestido de traje, con semblante serio y sin hacer declaraciones, el fundador de WikiLeaks, Julián Assange, ha llegado a la corte de las Islas Marianas del Norte, un territorio estadounidense en el océano Pacífico, donde está previsto que formalice un acuerdo judicial con EE.UU. que le permitirá regresar a su Australia natal.
Assange, de 52 años, llegó a la sede judicial a bordo de un vehículo blanco. Ante la expectación de decenas de cámaras y periodistas que le aguardaban, descendió del vehículo ataviado con un traje oscuro, camisa blanca y corbata de color plomo oscuro para adentrarse en el edificio.
Con su pelo blanco peinado hacia atrás, no respondió a las preguntas de la prensa. Sin embargo, cuando un reportero le preguntó si prefería el clima de las Islas Marianas o de Londres, se detuvo un momento, pero continuó su camino sin responder.
Una vez dentro de la corte, los periodistas pudieron observar desde fuera cómo pasaba por los controles de seguridad, dejando sus pertenencias en un recipiente de plástico para que pasaran por el detector de metales, y recogiéndolas una vez superado el control.
El edificio judicial donde comparece tiene grandes ventanales, está rodeado de algunas palmeras y, en uno de sus extremos, ondea la bandera de las Islas Marianas del Norte. La corte se encuentra en Saipán, la isla más grande y capital de ese territorio estadounidense en el Pacífico.
El fundador de WikiLeaks, que llegó sobre las seis de la mañana de Saipán, tiene previsto comparecer ante un juez de ese tribunal a las 09.00 hora local del miércoles (23.00 GMT del martes) y declararse culpable de uno de los cargos que le imputa EE.UU. por la mayor filtración de documentos clasificados de la historia del país, ocurrida en 2010.
La comparecencia será en las Islas Marianas debido a la oposición de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y a la proximidad del tribunal con Australia, según una carta que el Departamento de Justicia estadounidense envió al tribunal.
Durante la vista judicial, se formalizará -con el visto bueno del juez- el acuerdo al que ha llegado la defensa de Assange y el Departamento de Justicia de EE.UU., en el que se establece que Assange aceptará su culpabilidad a cambio de una pena de 62 meses de cárcel, que ya ha cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido).
El acuerdo establece que se le dará crédito por tiempo servido, de manera que Assange quedará en libertad tras la vista y podrá poner rumbo a Australia, donde le esperan su mujer, Stella, y sus dos hijos.