Expertos en epidemiología en el país siguen preocupados, pues a pesar de las preocupantes alertas que han lanzado en los últimos meses, pareciera que la ciudadanía y hasta las autoridades no dimensionan los riesgos que enfrenta el país por cuenta del brote de hepatitis A que enfrenta actualmente.
Y es que en lo corrido de 2024 hasta el 1 de junio pasado se han consolidado en Antioquia, Cauca y Cali los brotes de hepatitis A que comenzaron a evidenciarse desde diciembre de 2023. Antioquia presenta este año un acumulado de 916 casos, según cifras del Instituto Nacional de Salud, por encima del Cauca (325) y Cali (193). El 75% de los casos en Antioquia se concentran en el Valle de Aburrá que ha visto un incremento de casi el 300% en los casos respecto al mismo periodo de 2023. Medellín, de hecho, decretó alerta epidemiológica desde el pasado mes de abril.
Cabe recordar que la hepatitis A es una infección viral que afecta el hígado. Una vez se contrae el virus, generalmente hay un periodo de incubación de aproximadamente 15 a 50 días. Las personas infectadas empiezan a experimentar síntomas como fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces de color claro y coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) por acumulación de los fluidos biliares en la sangre. Todos no experimentan lo mismo. El comportamiento de la enfermedad varía y puede ser leve y durar unas pocas semanas pero también puede extenderse durante meses en su estado más grave.
Una de las principales preocupaciones que enfrentan las autoridades de salud actualmente es que la presión al sistema de salud que genera esta epidemia, pues la principal afectada es la población adulta y está generando una tasa de hospitalizaciones mucho más alta de lo esperado, cerca del 31% de los casos confirmados.
La hepatitis A se transmite principalmente vía fecal-oral, o dicho de otra manera, una persona puede contraer el virus si consume alimentos o agua que hayan entrado en contacto con las heces de una persona infectada. Esto, además de desagradable parecería difícil de que ocurra, pero las autoridades de salud han llamado la atención de que ante la creciente población con precario acceso a condiciones sanitarias mínimas como agua potable, acueducto y alimentos debidamente manipulados (migrantes, población en pobreza extrema, por ejemplo) este tipo de contagio es cada vez más factible.