Pese a que el Atlántico es uno de los departamentos con mayor área agrícola del país de acuerdo al tamaño de su territorio, es precisamente el sector agropecuario el que representa grandes desafíos en materia de productividad e innovación.

De acuerdo con la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria –UPRA, el departamento cuenta con una frontera agrícola de 279.180 hectáreas, lo que representa el 84 % del total de su territorio. Sin embargo, para la producción de alimentos solo son utilizadas 10.788 hectáreas, un 3.8 % de su potencial agrícola, siendo los principales productos el maíz (7.914 hectáreas), yuca (5.204), mango (2.543) y el fríjol (1.709).

Los pequeños productores agrícolas de los municipios han sido protagonistas de una larga historia de resiliencia y aprendizajes que evidencian la necesidad de mayor asistencia técnica, protección a la economía campesina e infraestructura que facilite los procesos de comercialización. “Seguimos trabajando la tierra porque nos da orgullo, porque nos da alimento”, afirma Nayib Peña, agricultor de Polonuevo.

Frente a este panorama, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, ha visionado desde su primera administración una serie de estrategias para impulsar el campo y potenciar la vocación agrícola de un departamento, cuya administración se ha comprometido con la seguridad alimentaria de sus habitantes y el fortalecimiento de su campesinado.

La entrega de un paquete de tres kilos de semilla a 1.400 productores se realizó en los 22 municipios del Atlántico en el marco del programa SER, Soy Empresario Agro Responsable. Esta iniciativa es un programa de la Secretaría de Desarrollo Económico que busca fortalecer las habilidades de las unidades productivas de las poblaciones vulnerables y cuenta con el apoyo como operador de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi Atlántico). Campo de la Cruz, Candelaria, Palmar de Varela, Manatí y Repelón concentran el mayor número de beneficiarios (782) debido a que estos son los territorios con mayor frontera agrícola en el departamento.

Las semillas también cambiaron. Antes los campesinos atlanticenses sembraban el maíz tipo ICA V109, cuya producción era muy baja y la planta crecía hasta dos metros. “Los campesinos decían que para coger una mazorca tenían que buscar escalera y esperar hasta casi cuatro meses para recoger una sola tusa por planta”, explica el ingeniero agrónomo Rogelio Jiménez, quien acompaña el proceso de formación de los productores agrícolas del programa SER.

El kit, el cual está compuesto por tres kilos de semilla e insumos agrícolas, trae maíz híbrido número 5. Entre las ventajas de esta semilla figuran un mayor rendimiento, calidad de los granos, mayor tolerancia al calor y resistencia a plagas y enfermedades. “La planta es más pequeña y ya estamos a punto de cosechar, esto ha sido de gran ayuda para todos los campesinos”, destaca Nayib.

Desde las alcaldías municipales, el programa SER además de fortalecer la cadena productiva del agro, se convierte en un elemento clave para garantizar la seguridad alimentaria y apoyar las acciones que en esta materia adelantan las administraciones locales. “Estamos muy agradecidos con el programa SER porque les brindó a nuestros campesinos la posibilidad de garantizar la seguridad alimentaria de ellos y de nuestras comunidades. La productividad que se dio a través de este kit de semillas hizo que nuestros campesinos aportaran al campo, aportaran a la mesa de las familias y de los hogares”, asegura Guillermo Misat, coordinador de la Umata de Polonuevo.

Con esta entrega se aseguró la siembra de al menos 420 hectáreas en el departamento y se le permitió acceder a los pequeños productores a semillas de mejor calidad que por su costo no son tan asequibles.

“Desde la Secretaría de Desarrollo Económico venimos trabajando fuertemente en el componente de productividad con los campesinos. A través del programa SER no solo se entregaron semillas y fertilizantes, sino que como Gobernación estamos comprometidos con la transferencia de capacidades técnicas para fortalecer esa economía rural que está muy ligada a la familia y a los productos tradicionales del departamento”, destaca Marisabella Romero, secretaria de Desarrollo Económico del Atlántico.

En horas de la mañana de este domingo, se registró un altercado en al frente de la Clínica Campbell, en el municipio de Malambo, que involucró a ciudadanos y miembros de la Policía. Según testigos, el incidente se originó a partir de una riña entre civiles que escaló hasta convertirse en un enfrentamiento con las autoridades, donde varios patrulleros resultaron heridos a puñaladas, mientras que un civil recibió un disparo en la pierna.

De manera preliminar, se conoció que estaría asociada a un reclamo por una atención médica en el centro asistencial.

En medio del enfrentamiento, se logra ver cómo los policías también agreden a los involucrados y en una ocasión se escucha un disparo.

Durante el conflicto, algunos de los implicados agredieron a los uniformados, no solo con golpes, sino también con armas blancas, lo que aumentó la gravedad de la situación. Tras varios minutos de tensión, las autoridades lograron controlar el incidente. Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo personas detenidas o heridas de gravedad.

A través de un reporte, la Policía señaló que el caso sucedió hacia las 7:30 de la mañana cuando uniformados llegaron a atender una solicitud de la comunidad ante una riña que se había iniciado en la parte externa del centro asistencial.

En ese lugar, según la versión de la autoridad, los uniformados habrían llamado la atención de los protagonistas y ahí fue cuando estos se les abalanzaron con “armas cortopunzantes y objetos contundentes”.

En videos que circulan en redes sociales fue posible apreciar el duro enfrentamiento entre los agentes y cuatro hermanos que terminaron detenidos y se identificaron como Francisco Alberto Altahona Araujo, Jesús Alberto Altahona Araujo, Jan Carlos Altahona Araujo y Braider Antonio Altahona Araujo.

Hasta el momento no se ha establecido el origen de la primera riña que motivó al llamado policial.

La Policía Nacional ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar las posibles sanciones para los responsables de la agresión.

Mediante labores de patrullaje en el sector de la calle 71 con carrera 23A barrio Villa Estadio 2, de Soledad, uniformados observan a dos  individuos y al solicitarle un registro a persona se le haya a uno de ellos un arma de fuego tipo pistola calibre 9 mm, un proveedor para la misma y cuatro cartuchos para la misma, al segundo capturado se le incautó unos  panfletos extorsivos.

De inmediato, los dos capturados fueron trasladados a las instalaciones de la Uri y presentados a la Fiscalía para responder por los delitos de fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego y extorsión.

La Policía Metropolitana de Barranquilla invita a la comunidad a denunciar oportunamente cualquier hecho que afecte la convivencia y seguridad ciudadana, a través de la línea única de emergencias 123.