A las 11:45 de la mañana del sábado 11 de mayo, una mujer con apariencia de vendedora ambulante, tocó insistentemente el timbre de una casa de tres pisos situada en el barrio Ciudad Jardín, sector del norte de Barranquilla.
El conductor del propietario del inmueble, un empresario, contador público y contratista, identificado como Rafael Reales Vásquez, se apresuró a abrir la puerta de la casa y se encontró con el pedido angustioso de una mujer de aproximadamente 35 años, quien le pidió que le regalara un vaso de agua para calmar la sed.
El trabajador accedió, pero cometió el error de dejar la puerta entreabierta para traerle el agua a la mujer. Gravísimo e impudente error por cuanto apenaa dio la espalda fue sorprendido por dos hombres armados con pistolas, quienes lo encañonaron y obligaron a entrar a la parte principal del inmueble.
Comienza la pesadilla
Una vez en el interior de la casa de tres pisos, los hampones intimidaron con sus armas de fuego, al parecer pistolas 9.mm. a la empleada del servicio doméstico, a la esposa y a una hija del empresario, acción que fue apoyada con la llegada de tres sujetos más armados y con intercomunicadores.
Con la casa bajo su pleno control, los delincuentes fueron directamente al baño principal de la vivienda, en donde se encontraba bañando el empresario Rafael Reales Vásquez. Tocaron la puerta para que él saliera, pero al no conocer las voces de los hombres, él decidió no abrir. Ante la negativa, los hampones, con edades que oscilan entre los 30 y 35 años, violentaron la puerta y a punta de pistolas y golpes sacaron desnudo al contratista.
“Un tipo de contextura gruesa, de 1,65 de estatura aproximadamente, vestía una camisa manga larga y tenía puesto un tapaboca, me puso una pistola en la frente y me preguntó por una caja fuerte. Yo estaba desnudo y le dije que en mi casa no había ninguna caja fuerte. Me obligó a subir al segundo piso y allí estaban cuatro hombres armados que estaban revisando las habitaciones. Lo revolvieron todo y procedieron a amarrar con cintas plásticas a mi esposa, a mi hija, al conductor , a la empleada y a mí. Me gritaban que no me hiciera matar por la caja fuerte, pero en eso uno de los sujetos dijo que ya habían encontrado un billete”, explicó a esta redacción Rafael Reales Vásquez.
La búsqueda de los hampones dio resultado porque en la habitación del empresario encontraron 500 millones de pesos en efectivo, en el cuarto de su hija hallaron 300 millones de pesos más y también se apoderaron de las joyas y relojes de marca de toda la familia. El monto de lo robado asciende a unos mil 200 millones de pesos, en total, según precisó Reales Vásquez en la denuncia que impetró ante la Sijín.
Para soltarse de las ataduras en sus manos y pies, Reales Vásquez usó una tijera y con gran dificultad logró romper los zunchos que lo maniataban y luego procedió a desatar a su esposa, hija y a los dos empleados de la casa. Seguidamente llamó a los policías del cuadrante.
Datos de los delincuentes
De acuerdo con lo expresado por Reales Vásquez a las autoridades policiales y a este medio, uno de los hampones vestía un uniforme de una empresa de vigilancia, es alto y de contextura gruesa. Todos actuaban sincronizadamente, tenían puestos unos intercomunicadores, es decir se comunicaban con personas que estaban en el exterior de la casa y entre ellos mismos.
Al empresario le llamó la atención que los hampones tenían apariencia de exmilitares, actuaban con disciplina y precisión, al parecer estaban bien dateados sobre lo que se iban a robar.
Entre los elementos de valor robados se encuentran un reloj Rolex, dos Cartier, un Tissot, un Hublot, 15 Invictas, diez tecnomarín, tres cadenas de oro, un rosario de oro, cinco pulseras de oro, tres anillos de oro, la llave de un carro BMW, de placas JLM-024, un cofre de prendas, una pandora con 15 dijes, tres cadenas de oro con cuatro dijes, un Nintendo Switch, una colección de gafas y el pasaporte vigente de la hija del empresario. También desmantelaron el sistema DVR de las cámaras de vigilancia y se lo llevaron.
Según Vásquez Reales, los hombres se fugaron en dos vehículos y en dos motos. Una cámara de seguridad del sector captó uno de los vehículos de los hampones y el momento en que la mujer que llegó a la casa a pedir agua se subía con dos delincuentes a uno de los automotores.
“Recuerdo que mi hija les pidió a los delincuentes que le devolvieran su pasaporte, pero ellos hicieron caso omiso y se lo llevaron, dejando a mi hija afectada porque tenía programado salir del país muy pronto. En total, fueron entre diez y doce personas las que participaron en el atraco a la casa: la mujer que llegó pidiendo agua, los cinco hombres que ingresaron armados a la casa, dos conductores de los carros, dos motocicilistas y dos campaneros que vigilaban el sector donde está mi casa”, precisó Reales Vásquez.
Desde el mismo día del millonario robo, agentes de la Sijín se encuentran adelantando una minuciosa investigación y recolección de huellas en la casa. El empresario asegura que hay muchas cosas que aclarar, como por ejemplo por qué el conductor dejó la puerta abierta, por qué los policías del cuadrante no patrullaban el sector, por qué los hampones sabían lo que estaban buscando con precisión. “Todo apunta a que hubo información para los delincuentes, creo que hicieron un trabajo de inteligencia antes de dar el golpe”, subrayó Reales Vásquez.
