La sonda de la Nasa Europa Clipper despegó este lunes desde Estados Unidos rumbo a una luna del planeta Júpiter para investigar si su composición permite albergar vida, un descubrimiento que tendría implicaciones vertiginosas.
La sonda despegó acoplada a un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La Nasa confirmó más tarde haber recibido una primera señal de la sonda, que “funciona como se esperaba”.
El viaje será largo: la misión llegará a Europa, uno de los satélites de Júpiter, en abril de 2030.
Se trata de un mundo que la agencia espacial estadounidense no ha observado aún de una forma tan detallada. Bajo su superficie de hielo hay un océano de agua líquida, estiman los científicos.