El diario El Tiempo reveló información que le da un punto de giro a la historia del caso Pegasus. Según varias fuentes consultadas en Estados Unidos, el software espía, que puede interceptar cualquier tipo de celular, se compró con recursos de cooperación de inteligencia para investigar y perseguir a narcotraficantes en Colombia.
Esta información es sumamente relevante y aparentemente todavía no la tenía en su poder el presidente, pues este nunca habló de una posible cooperación del Gobierno americano. La información de la compra del Software, confirmada en primicia a este diario por la compañía NSO (que lo creó), la entrego por primera vez Petro en una alocución presidencial el día más crítico del pasado paro de transportadores.
Allí, el presidente habló de un informe que le fue suministrado por la UIAF a la Agencia de Inteligencia de Israel contra el Lavado de Activos y el Terrorismo (IMPA). En ese informe se detalló un movimiento de dinero por 5.5 millones de dólares que salieron de Bogotá en un avión israelí y que fueron registrados en la aduana de Tel Aviv. La publicación de ese documento le costó a Colombia la expulsión del Grupo Egmont, que reúne a más de 120 agencias de inteligencia de países en todo el mundo para colaborar en el intercambio de información que busca la persecución de criminales, sus bienes y sus movimientos financieros.
Tras el primer anuncio del presidente, se conocieron varios detalles, incluyendo la confirmación de la empresa NSO a este diario, en la que el vicepresidente de comunicaciones aseguró que “todos las transacciones entre ambos países fueron legales y debidamente documentadas”.
Según El Tiempo, los funcionarios americanos consultados aseguraron que Estados Unidos no solo estuvo pendiente de la compra, sino que la financió con recursos lícitos con el fin de perseguir a narcotraficantes y también hizo control para que el sfotware se usara de manera legal.